No sabemos qué tienen las bodas asturianas que siempre tienen un hueco especial en nuestro blog, quizás por el profundo verde de un paisaje de impresión o quizás por el sentir con el que celebran cada momento aceptando que el tiempo es un compañero más en un día tan especial como su Sí, Quiero.
No obstante, esta boda tiene un componente sentimental que la hace más especial aún si cabe. Y es que tras las bambalinas organizativas se encuentra el equipo de wedding planners de nuestro querido El sofá amarillo. Una empresa que consiguió dar un vuelco al sector con mucho amor, humor y buen gusto. Sirva este post como un pequeño homenaje de la mejor manera que sabemos a su trabajo y a su alma máter Indara, que nos enseñó que el “joie de vivre” es el motor que mueve el mundo.
Sea como fuere la boda de Jimena y Juan es otro ejemplo más de una perfecta auténtica boda heartmade, una preciosa celebración en la patria querida de la novia que impacta y fascina a partes iguales.
Ese amor por lo asturiano ya se refleja en el vestido de la novia, una bella creación de Helena Mareque que incorpora de forma sutil una línea de pedrería negra a modo de dengue -una pieza que cubre los hombros en el traje regional asturiano- con un vestido camisero con una sobre cola maravillosa y un velo increíble. Para su peinado confió en Barbareando y para el maquillaje en Lorena Carbajal. Como joyas, unos pendientes antiguos de su suegra mientras que en sus pies lucían unas sandalias negras de &other stories, un complemento perfecto a la corona de estilo ruso de Verbena Madrid que llevó en el convite.
Por su parte, Juan se mostró realmente estiloso con un chaqué verde botella de García Madrid. Una apuesta diferente de la personalidad del novio que también se vió reflejada en la papelería e invitaciones a cargo de Cristina Maser que ilustró con destreza incorporando a su trabajo un pequeño cerdito en honor al origen extremeño de Juan.
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Santa Ana de Naves de Llanes, una capilla preciosa que las wedding planners de El Sofá Amarillo hicieron brillar con una decoración totalmente tropical y selvática de Brumalis llena de verdes que se convertiría en el hilo conductor decorativo del resto de elementos de la boda. Un ritual que contó con música en directo tanto en su interior, con un coro de gospel como guiño a la etapa en la que la pareja vivió en Nueva York, como al final de la misma ya que tal y como manda la tradición hubo una actuación de gaiteros a la salida de la Iglesia.
Después, novios e invitados se trasladaron a la finca familiar La Llosa para disfrutar de un banquete a cargo del catering Casa Gerardo con un claro homenaje a la gastronomía asturiana.
No obstante, esta boda tiene un componente sentimental que la hace más especial aún si cabe. Y es que tras las bambalinas organizativas se encuentra el equipo de wedding planners de nuestro querido El sofá amarillo. Una empresa que consiguió dar un vuelco al sector con mucho amor, humor y buen gusto. Sirva este post como un pequeño homenaje de la mejor manera que sabemos a su trabajo y a su alma máter Indara, que nos enseñó que el “joie de vivre” es el motor que mueve el mundo.
Sea como fuere la boda de Jimena y Juan es otro ejemplo más de una perfecta auténtica boda heartmade, una preciosa celebración en la patria querida de la novia que impacta y fascina a partes iguales.
Ese amor por lo asturiano ya se refleja en el vestido de la novia, una bella creación de Helena Mareque que incorpora de forma sutil una línea de pedrería negra a modo de dengue -una pieza que cubre los hombros en el traje regional asturiano- con un vestido camisero con una sobre cola maravillosa y un velo increíble. Para su peinado confió en Barbareando y para el maquillaje en Lorena Carbajal. Como joyas, unos pendientes antiguos de su suegra mientras que en sus pies lucían unas sandalias negras de &other stories, un complemento perfecto a la corona de estilo ruso de Verbena Madrid que llevó en el convite.
Por su parte, Juan se mostró realmente estiloso con un chaqué verde botella de García Madrid. Una apuesta diferente de la personalidad del novio que también se vió reflejada en la papelería e invitaciones a cargo de Cristina Maser que ilustró con destreza incorporando a su trabajo un pequeño cerdito en honor al origen extremeño de Juan.
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Santa Ana de Naves de Llanes, una capilla preciosa que las wedding planners de El Sofá Amarillo hicieron brillar con una decoración totalmente tropical y selvática de Brumalis llena de verdes que se convertiría en el hilo conductor decorativo del resto de elementos de la boda. Un ritual que contó con música en directo tanto en su interior, con un coro de gospel como guiño a la etapa en la que la pareja vivió en Nueva York, como al final de la misma ya que tal y como manda la tradición hubo una actuación de gaiteros a la salida de la Iglesia.
Después, novios e invitados se trasladaron a la finca familiar La Llosa para disfrutar de un banquete a cargo del catering Casa Gerardo con un claro homenaje a la gastronomía asturiana.
Es en este espacio donde la decoración brilla en toda su plenitud teniendo como eje central cinco grandes jaimas que aglutinaban comedor y baile.
No pueden gustarnos más el seating realizado con botellas de cristal con helecho y caligrafía de Weddink. Además, también nos ha encantado el juego de tres tipos de mantelerías que se mezclan en el banquete, una apuesta transgresora y colorida en el que los minipaipais, las copas brocadas tricolor y los bajo plato de monstera se batían en un duelo de buen gusto tropical.
Un banquete súper animado con el que no pudo ni el mal tiempo y que tuvo incluso música en directo abriendo el baile a cargo de uno+uno, un grupo muy conocido en Asturias por ser versioneros cómicos que hicieron una verdadera fiesta. Como colofón a la fiesta los asistentes pudieron disfrutar de una barra libre de la coctelería Varsovia-Gijón que fue una auténtica bomba.
Así es como fue la boda de Jimena y Juan plagada de amor, momentos especiales y un trabajazo decorativo que los videógrafos de Eleven Moments y los fotógrafos de F2 studio captaron con una gran precisión cada sentimiento y emoción en unas instantáneas que disfrutas hoy en primicia en el blog. ¡Te encantarán!
No pueden gustarnos más el seating realizado con botellas de cristal con helecho y caligrafía de Weddink. Además, también nos ha encantado el juego de tres tipos de mantelerías que se mezclan en el banquete, una apuesta transgresora y colorida en el que los minipaipais, las copas brocadas tricolor y los bajo plato de monstera se batían en un duelo de buen gusto tropical.
Un banquete súper animado con el que no pudo ni el mal tiempo y que tuvo incluso música en directo abriendo el baile a cargo de uno+uno, un grupo muy conocido en Asturias por ser versioneros cómicos que hicieron una verdadera fiesta. Como colofón a la fiesta los asistentes pudieron disfrutar de una barra libre de la coctelería Varsovia-Gijón que fue una auténtica bomba.
Así es como fue la boda de Jimena y Juan plagada de amor, momentos especiales y un trabajazo decorativo que los videógrafos de Eleven Moments y los fotógrafos de F2 studio captaron con una gran precisión cada sentimiento y emoción en unas instantáneas que disfrutas hoy en primicia en el blog. ¡Te encantarán!
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boda asturiana tropical?
