Aitana y Javi, boda en la Cala Deià de Mallorca

Nada mejor que empezar un lunes con energía que con una auténtica boda heartmade como el enlace mallorquín de Aitana y Javi, que se celebró tras una pedida de mano en Trastervere de Roma y que está plagado de detalles que sabemos que te encantarán.Una boda íntima en un restaurante exquisito y con vistas a una cala maravillosa son las claves que definen el enlace de este madrileño y esta alicantina afincados en Mallorca.
La fiesta se dividió en varios días y contó con un pre-boda el jueves en el rooftop del Hotel OD Portals Nous en el que aprovecharon para conocerse los invitados y en el que los novios les pudieron dar un contacto más directo. Al día siguiente la pareja celebró su ceremonia civil con sus familiares más allegados con una cena en el mítico lugar en Ca Na Toneta.

El sábado diez de septiembre, casualidades de la vida la fecha del enlace de una de nosotras, llegó el gran día para la pareja. Aitana escogió un bonito vestido de Laure de Sagazan, un semirecogido de Xavier Matamoros, pendientes de perlas y brillantes de su abuela materna y unas cuñas en la tradicional tela de ‘lenguas mallorquinas‘ de Teixits Vicens a juego con su bolso. Un complemento arriesgado que nos encanta y un pequeño homenaje a la isla que vio crecer su amor..
En sus manos, un sencillo ramo de olivo mallorquín y flores blancas, unas pulseras blancas y azules y su anillo de compromiso.
Por su parte, Javier llevaba un traje hecho a medida de Hermanos Campins, zapatos de monge hechos a mano de un única pieza, corbata de Carolina Herrera y gemelos de Mont Blanc.

La ceremonia, oficiada por un amigo de la pareja, tuvo lugar en el embarcadero de Cala Deià a la que se accedía por un camino empedrado de escalones, y allí llegó Aitana del brazo de sus dos hermanos bajo el son de Billie Jean de Michael Jackson. Momento emotivos con lecturas de sus más íntimos recordando con palabras preciosas en nombre del padre de la novia que no pudo acudir ya que se encontraba convaleciente de una operación.

Tras la ceremonia llegó el momento del banquete, decorado de forma espectacular por una amiga de la infancia de la novia, Srta. Pica. Las mesas estaban decoradas por bajo cubiertos de cerámica blanca pintados a mano por Teixits Vicenç de llengues mallorquines azules como los zapatos de la novia y que a su vez, junto a las alpargatas fueron los detalles para los invitados.
Degustaron productos de la tierra junto al tradicional gató de almendras con helado para luego dar rienda suelta a la alegría y la diversión amenizada por la DJ Kate Donovan.

Momentos llenos de alegría e imágenes repletas de emociones que los fotógrafos de Dosmasenlamesa plasmaron en las bellas fotografías plagadas de azul mallorquín que disfrutas hoy en prímicia en el blog. ¡Puro sabor a bodas de verano!