Antonia y Miquel Ángel, boda entre hoyos de golf

Para dos mallorquines es casi indiscutible que el mejor lugar para celebrar su boda sin duda alguna es junto al mar, como nuestra pareja real de hoy Antonia y Miquel Ángel, que escogieron el Club de Golf Alcanada, un lugar original con unas vistas increíbles del puerto de Alcudía, para celebrar su fiesta del amor.

Para el gran día y tras una ardua búsqueda junto a sus adoradas madre y hermana, Antonia dio con el vestido soñado: un diseño de Rosa Clará de pedrería y plumas del que personalizó algunos aspectos del diseño original para adaptarlos mejor a su figura. 
Como buena adicta a la moda, complementó el conjunto con unos preciosos Jimmy Choo, un ramo de peonias blancas, una pulsera de brillantes de su madre y la melena suelta muy natural para conseguir un look sofisticado muy acorde con el tipo de celebración, el espacio y el horario ¡todo un acierto!

Implicados al 100% con la boda los novios participaron activamente en todos los detalles del gran día prestando una especial atención a la decoración en la que jugó un papel importante la empresa de decoración En Esencia, que captó el estilo de la pareja realizando diversas composiciones que no restaran protagonismo al lugar.

Para la ceremonia, llena de momentos palpitantes y palabras preciosas de las hermanas de Antonia y Miquel Ángel y una amiga, destacaban la elección de paniculata y velas blancas.
Para el aperitivo, montaron un chill-out en el que también predominaban los tonos blancos, la luz de las velas y la lavanda junto a un seating plan de estilo vintage, que en honor a uno de sus sitios favoritos para el relax, cada mesa tenía el nombre de una calle de Londres. 

Posteriormente llegó el banquete al aire libre y el reparto de los ramos, el de novia para su hermana y otro también muy especial para la hermana del novio junto a unos pequeños bouquets para sus íntimas amigas que vivieron todo el proceso de la boda como el suyo propio.
Una cena muy animada en el que destacaban los manteles largos en tonos piedra y centros de mesa de cristal con velas, hortensias rizadas en tonos blancos con toques de lila, con lavanda y rosas, y puntito de verde.

Como regalo para los invitados, los novios quisieron también poner su toque y elaboraron ellos mismos un delicioso limoncello como detalle para repartir. Además para las chicas también prepararon chanclas para que pudieran bailar a su aire e ¡incluso algún invitado se animó con ellas!
Para el primer baile, eligieron “Something stupid like I love you” de Robbie Williams y Nicole Kidman, y justo antes de que terminara la canción dos cañones lanzaron confetti blanco sobre el resto de invitados mientras sonaba “Volare” de fondo y animaba a todos los asistentes a bailar.

Un día muy animado donde les acompaño el equipo fotográfico de Pere y Marga, encargados de captar como nadie la luz mallorquina y de no perder detalle de cada uno de los momentos especiales que los novios no olvidarán nunca y que nos llenan de emoción al revivir las palabras de Antonia:

  “Y finalmente cuando acabó todo, ahí estábamos nosotros, mi ya marido y yo, haciendo repaso de todo lo que habíamos vivido, de todo el proceso que habíamos llevado a cabo durante todo un año… La verdad es que aunque hubiera buscado por todo el mundo no hubiera encontrado un hombre mejor, no puedo quererle más. Sin duda el hombre de mi vida.”