Blanca y Pepe son la pareja que hoy nos visita en primicia para mostrarnos su auténtica boda heartmade, una celebración llena de encanto, sencilla y natural pero con muchos detalles cargados de estilo para dar rienda suelta a su amor de juventud que empezó entre las paredes del instituto.
El lugar de su celebración no podía tener un significado más simbólico ya que el Santuari de la Mare de Déu de la Misericòrdia en Reus fue el mismo espacio en el que 60 años antes los abuelos de Pepe habían dado el Sí, Quiero. Un detalle especial que las más románticas, como nosotras, seguro que os disparará directamente al corazón.
Para su gran día Blanca apostó por la diseñadora barcelonesa Katarina Grey para dar con el estilo joven y moderno que andaba buscando. “Todo lo que había visto hasta el momento me quedaba un poco de “primera comunión” y al margen de estar mona y buscaba un vestido que dentro de la seriedad tuviese un punto sexy. El caso es que además, poca gente tenía vestidos de manga larga y que fuesen un pelín de invierno porque todo lo que generalmente te ofrecen son tirantes y espalda al aire y al ser marzo no me podía arriesgar”
Finalmente lució como ninguna un vestido de novia con sobrevestido de tul transparente con aplicaciones de flores 3D cortadas una a una, un velo con nacimiento en los hombros y una falda de dos capas que sustituyó por un short durante el baile.
Como complementos, unas botas cañeras en piel de serpiente marrón de una tienda del Borne barcelonés, su anillo de pedida de Rosa Bisbe, unos pendientes prestados por su suegra y una corona de Suite Bronte a modo de delicadas plumas. Un look brutal que nos encanta y quedó redondo con maquillaje y peluquería de Hair Time.
Como ramo, un sencillo bouquet de flor de cerezo elaborado por Baobab, quienes también se encargaron del resto de decoración floral.
Por su parte, Pepe lucÍa muy elegante con un chaqué de corte clásico al que puso un toque muy personal con corbata y tirantes del Barça, el equipo por el que siente pasión y que le acompaño de una forma discreta y original en su gran día.
Después de una ceremonia personal con pinceladas cargadas de emoción llegó el momento de que novios e invitados se trasladaron al Mas La Boella para degustar un aperitivo organizado a modo de mercado de navidad alemán con paradas gastronómicas, hogueras y mantas.
Una vez acabado el cóctel pasaron al banquete. Nos parece fantástico cómo quedó el espacio decorado con olivo y flores de muscari de aire campestre que sólo florecen en marzo. A destacar los bajoplatos con el nombre rotulado por la novia que cada invitado podía llevarse como detalle junto a un kit antiresaca elaborado también por la pareja.
Una boda totalmente handmade en el que incluso los meseros eran acuarelas pintadas por el padre de Blanca de los lugares que habían visitado los novios y donde también los manteles y las servilletas fueron cortados por la novia junto a su madre. Una implicación que hace que cada elemento brille de una forma especial.
Así es como transcurrió cada momento de la fiesta del amor de Blanca y Pepe, un bonito día de primavera que nuestra querida Sara Frost inmortalizó con la sensibilidad y estilo con la que siempre nos sorprende y nos fascina.
¿Qué te parece esta boda con estilo
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