Julia y Pablo, boda en una casa familiar en Ciudad Real

Detalles hechos a mano en los que no falta corazón, muchas ilusiones y cero pretensiones para una celebración a su gusto, así fue la auténtica boda heartmade de Julia y Pablo, una gran fiesta del amor a las afueras de Ciudad Real bajo un día soleado y en el que les acompañaron sus seres más queridos.

Para su gran día Julia se decantó un diseño de dos piezas de Laure de Sagazan que complementó con una corona de flores de tela y unas alpargatas. Un look de aire campestre en consonancia con el estilo de boda que buscaba.

Por su parte Pablo eligió un chaqué de Guzman, el reloj que Julia le regaló en su primer cumpleaños juntos y unos gemelos en forma de cámara de fotos, un pequeño homenaje a su historia como pareja y que los hermanos de la novia se encargaron de recordar el mismo día de la boda a través de un vídeo plagado de emociones.

Tras una ceremonia religiosa en la Iglesia de San Pedro, novios e invitados se dirigieron a la casa familiar de los padres de la novia para dar rienda suelta a los momentos más distendidos entre los asistentes bajo el son de la banda de swing en directo Old dixiland band.

Como banquete escogieron la opción de cóctel de La Borraja y tampoco faltaron las barras temáticas tan originales como la selección de los vinos que habían pasado por su vida con edición especial para la boda llamada “Sí a todo”, una mesa de sushi a cargo del chef José María Camarena e incluso un showcooking en directo de diferentes woks.

Palets de madera, cajas, carteles y banderines, todo hecho a mano y reciclado, componían la decoración del jardín para recrear un espacio original lleno de cariño y buen rollo. Tampoco faltó la colaboración de Ey Helen en la cartelería y las invitaciones con un diseño muy cuidado y que casualidades de la vida, su creadora también fue una auténtica novia heartmade en la boda en una venta riojana.

Además no dudaron en hacer sentir a los invitados como en su propia casa repartiendo alpargatas y licores de membrillo, mora y nuez, que los padres de Pablo habían elaborado de forma casera con etiqueta diseñada por los propios novios.

Tras la comida llegó la sorpresa de la abuela de la novia con un precioso poema dedicado lleno de palabras preciosas que guardaran siempre en el recuerdo. Después de esto llegó el momento del baile, de las improvisaciones guitarra en mano y de las charlas y risas disfrutando de la barra libre.

Inmortalizando el ambiente estuvo el equipo de People Producciones, encargados de descubrir la magia de los detalles que acontecieron ese día y de los que hoy disfrutas en primicia. ¡Saboréalos como una tarde de verano!