Así empieza nuestra auténtica boda heartmade de hoy, con una historia de caminos cruzados e imposibilidades pero como en las mejores novelas, con una pedida de mano de las de impresión en los acantilados de La Galea y una gran fiesta del amor para celebrar que por fin, sus vidas se habían encontrado. Por muchos años más con este amor que desborda.Iratxe confió para su gran día en Alicia Rueda, autora también de dos preciosas novias como Irantzu y Aintzane, que diseñó dos looks a cada cual más impresionante. El primero de ellos, un vestido de novia de manga larga con encaje vaciado en brazos y escote en la espalda que resaltaba de forma espectacular su figura. Como complementos, un maquillaje sencillo, unos zapatos de ante y pitón de Franjul y una diadema artesana en dorado de MíoBilbao que iluminaba su rostro.
Para el momento del baile y bajo el son de la mítica banda sonora de Dirty Dancing, Iratxe se soltó el pelo y dejó a todos los asistentes -novio incluido- con la boca abierta luciendo un jumpsuit blanco junto a unos maxipendientes joya. In-cre-í-ble
Por su parte, Jon renunció al clásico chaqué azul luciendo uno en gris con corbata de lunares y tirantes de calaveras. Elegante, moderno y con mucha personalidad.
La Finca El Molinar de Gordexola, un bello paraje entre casas indianas, mucho verde y un bosque de bambú, fue el lugar elegido por esta pareja para celebrar su gran día. Todo un espacio lleno de posibilidades que brilló con todo su esplendor gracias al gran trabajo delicado y lleno de buen gusto por el equipo de Marketing for Lemons.
Con una emotiva ceremonia, en el que los novios entraron bajo un pasillo de pampas, la pareja se juró amor eterno como compañeros de viaje ante un backdrop de piedra natural, una preciosa guinarlda de flores y un sencillo banco como altar y en la que no faltaron los discursos de sus más queridos. Un ambiente mágico amenizado con coro de violín, piano y voces en directo.
Tras la ceremonia y bajo una lluvia de olivo, un elemento también presente en la toda la papelería de la boda, la pareja se dirigió junto a su invitados a la zona cóctel que estuvo amenizada con música estilo chill out fusionada con la txalaparta, todo un espectáculo mientras degustaban distintos buffet de productos.
Mención a parte merecen detalles decorativos el seating plan confeccionado con un panel de platos caligrafiados y los coloridos centros de mesa con mucha flor y frutas que destacaban entre el juego de mantelería en gris y sillas napoleón en blanco del banquete.
Nuestra pareja ejerció como perfectos anfitriones y la boda estuvo plagada de detalles y rincones especiales que hicieron las delicias de los invitados, desde la zona de bienvenida en el que las invitadas disponían de los míticos ‘cubretacones’ para el césped, un Beauty Corner para retocar el maquillaje y mini colonias en los baños.
Para la hora del baile Iratxe y Jon también quisieron que sus invitados disfrutaran en un ambiente cómodo y relajado en que reinara la diversión y para ello prepararon una zona de cambio de calzado y tocados para sustituirlos por alpargatas de flores, un Cigarrette Corner con mini botecitos de vodka haciendo un guiño a los orígenes rusos del padre de la novia y un Gift Corner con pasadores pluma para las chicas y llaveros con la baldosa de Bilbao para ellos. Tampoco descuidaron a los amantes del dulce con una Candy Bar ambientada al más puro estilo made in Bilbao y el punto más gastro llegó con showcooking en directo de tortillas de patatas durante la recena.
Otro de los detalles que no podemos dejar de contaros fue la original forma con la que agradecieron a los invitados su participación en ese gran día: colocaron un buzón antiguo junto a unas postales diseñadas especialmente para la ocasión para que los invitados escribieran en ellas sólo su dirección. Semanas después cada invitado recibió esa postal con unas palabras dedicadas de Iratxe y Jon que les remitieron desde Australia durante su luna de miel. Todo un detalle hecho desde el corazón que demuestra el cariño e implicación con el que la pareja vivió su fiesta del amor tal y como nos cuenta la misma novia:
‘Fue una boda hecha con mucho cariño, mucha ilusión y una emoción muy grande por parte de los dos. Deseábamos casarnos con todas nuestras ganas y queríamos que ese día fuera un día irrepetible. Y sinceramente, lo conseguimos porque fue el mejor día de nuestras vidas. Y no, no es una forma de hablar. Es así. Y nos seguimos emocionando como tontos hablando de ese día’
Con todo lo que os hemos contado podéis entender qué emoción sentimos cuando llegó al buzón de nuestro correo esta maravillosa boda fotografiada con maestría por las chicas de Días de Vino y Rosas, autoras también de la boda tropical de Marga y Ager o de la boda con aires mexicanos, sin posados ni imposturas que no hemos podido evitar compartir en el blog. ¡Esperamos que os emocione tanto como a nosotras!
con mucho corazón?
